How moose date under environmental pressure (Spanish Translation) – Functional Ecologists


En nuestro último post, la autora Rebecca Levine nos da consejos sobre cómo tener citas bajo presión ambiental. En su último artículo: “Thermal conditions alter the mating behavior of males in a polygynous system” Las condiciones térmicas alteran el comportamiento de los machos en un sistema poligínico). Rebecca comparte sus conocimientos sobre las compensaciones fisiológicas, a veces complejas, a las que se enfrentan los alces macho para encontrar pareja con éxito. A través de su trabajo, combinado con un fuerte sentido de colaboración local, Rebecca ayuda a arrojar luz sobre los sutiles inconvenientes a los que se enfrentan las especies debido al cambio climático.


Sobre el artículo

Los machos en sistemas poligínicos enfrentan una opción entre las características que mejoran el éxito reproductivo y la necesidad de afrontar al cambio ambiental. Para conseguir parejas, los machos invierten en cuerpos grandes, adornos suntuosos y desplazamientos costosos, pero estas inversiones pueden ser incompatibles con entornos cambiantes. A medida que se intensifica el cambio climático, los estresores térmicos podrán quebrantar las vías de uso intensivo de energía que históricamente han generado oportunidades de apareamiento. En el caso de los alces machos (Alces alces), el éxito reproductivo se determina cada otoño durante una breve pero intensa temporada de apareamiento. Los alces enfrentan a machos rivales, buscan hembras solitarias y protegen a sus posibles parejas. Los machos viejos, que tienden a tener cuerpos y astas grandes, suelen ser los más exitosos en conseguir pareja. Durante este tiempo, los machos tienen que maximizar el acceso a las hembras, evitar daño de los rivales y retener suficiente energía para sobrevivir al invierno. Para complicar este difícil equilibrio, los alces son sensibles al calor y el aumento de las temperaturas otoñales puede limitar su movimiento durante este período crítico. Los cuerpos y astas grandes que hacen que los machos mayores tengan éxito al conseguir pareja, también los hacen más sensibles al calor, lo que significa que los rasgos que generalmente hacen que los machos sean los ‘ganadores’ de la temporada de apareamiento, podrían dañar sus posibilidades de reproducirse a medida que el clima se vuelve más caluroso.

Localizar a los machos puede ser complicado, pero este es un ejemplo perfecto de una imagen que resulta útil para evaluar el tamaño de las astas. (Crédito: Rebecca Levine)

Hemos estudiado cómo los rasgos como la edad y el tamaño de las astas interactúan con las condiciones ambientales para dar forma a las tácticas, el esfuerzo y la oportunidad de apareamiento de los alces machos. El calor fue el factor más limitante para el movimiento de los machos viejos y grandes, que esperábamos que fueran los más sensibles al calor. Aunque el calor afectó el movimiento, no cambió la oportunidad de apareamiento, la cual medimos como el tiempo que pasaron cerca de las hembras. Los machos viejos pusieron menos esfuerzo en el movimiento, pero tuvieron una mayor oportunidad de apareamiento. Por lo tanto, los rasgos como la edad, el tamaño corporal y el tamaño de las astas fueron más importantes para lograr el éxito del apareamiento que el movimiento, lo que puede explicar por qué el calor no limitó la oportunidad de apareamiento. Demostramos que los detalles de un sistema de apareamiento afectan en gran medida cuándo y cómo el cambio climático afecta la reproducción. Para los alces, aunque las temperaturas cálidas afectan el comportamiento, no están alterando las oportunidades de apareamiento, probablemente debido a la dinámica de su sistema de apareamiento. Nuestro trabajo destaca las compensaciones entre los rasgos físicos y el comportamiento reproductivo y enfatiza cómo un sistema de apareamiento puede mediar los efectos del cambio climático en la reproducción.

Sobre la investigación

Rebecca Levine, mide un alce macho joven durante las capturas de marzo (Crédito: Kevin Monteith)

Esta investigación fue parte del Meeteetse Moose Project, una colaboración entre el Departamento de Caza y Pesca de Wyoming y Monteith Shop en la Universidad de Wyoming. El proyecto surgió gracias a un individuo apasionado de la comunidad preocupado por la disminución de las poblaciones de alces en la región. Iniciamos el trabajo en 2020, capturando alces en una pequeña población a lo largo de las montañas Absaroka en Wyoming. Los estudios de la ecología de los alces tienden a centrarse en las hembras, ya que crían descendencia y tienen un efecto más directo en la población. Con este trabajo, tuvimos la oportunidad única de estudiar cómo interactúan los sexos y cómo diverge su ecología. A través de este trabajo, avanzamos las técnicas de captura de los alces, estudiamos sus comportamientos termorreguladores durante el verano y examinamos el comportamiento de apareamiento de los machos. A continuación, queremos comprender la elección de pareja y el comportamiento de las hembras durante la temporada de apareamiento.

Al final de cada verano, cuando los machos estaban terminando de desarrollar sus astas, los localizábamos mediante telemetría para ver el crecimiento de sus astas (Crédito: Rebecca Levine)

Sobre la autora

Me pidieron que dirigiera el Meeteetse Moose Project como parte de mi trabajo de posgrado y desde entonces comencé a trabajar como investigadora en la Universidad de Wyoming. Siempre me ha gustado observar a los animales e intentar entender por qué hacen lo que hacen. Aunque mis intereses de investigación varían, lo que más me entusiasma es la investigación que abarca, combina o contrasta diferentes partes de la ecología, ya sea que se trate de combinar la fisiología y la selección de hábitat, el comportamiento de apareamiento y la termorregulación, o la nutrición y el movimiento de los animales. En general, me encanta cuando mi trabajo puede aplicar principios ecológicos clásicos al estudio del cambio medioambiental global. Estudiar a los alces ha sido la máxima aventura. Ya sea que los esté capturando, rastreando sus movimientos, reflexionando sobre sus vidas o intentando evitar encuentros cercanos, los alces siempre superan mi imaginación. Durante todo ese proceso, no podría haber pedido mejores coautores. Bart Kroger, nuestro socio en Departamento de Caza y Pesca de Wyoming, dedicó su carrera a desarrollar un conocimiento increíble de la zona y a cultivar las relaciones locales que hicieron posible este trabajo. Y Kevin Monteith, mi profesor de posgrado, contribuyó su tutoría, sabiduría y apoyo invaluable.

La autora, Rebecca Levine. (Crédito: Dan Thompson)